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sábado, 6 de agosto de 2016

En el día de la transfiguración, resplandeciendo de blanco


Por esos días, que aunque el horizonte se nuble, aparece una Luz, resplandeciente, inmaculada, más clara que el sol y que el brillo de las estrellas...
y existe un puerto, un arco, un barrio, un faro donde fijar la mirada y encontrarte con ella, y sentirte seguro, sentirte arropado y querido, sabiendo, que Tú, siempre esperas, Inmaculada celeste, de verde esperanza o de resplandeciente blanco, para iluminar los días, para consolar mis penas.
Reina de Sevilla, Reina de la Tierra, Reina de mi vida entera, simplemente " Macarena"

viernes, 18 de diciembre de 2015

Un beso en la distancia

 De nuevo amaneció tu día, como amanece la Esperanza, radiante y esplendida, acogedora y madre, como ese soplo de aire fresco que corta la respiración al sentirte cerca. con ese pellizco de alma que encoge el corazón, que aunque lejos, es capaz de sentir tu presencia, tu cariño, tu nostalgia.
De nuevo no podre besar tus manos, nos separara la distancia, aún así, se que ha sido un año diferente , que he podido sentirme a tu lado en varias ocasiones y que me guardé tu esencia para que me durara en los días duros, esos que aunque te sueñe no podré tenerte, pero desde aquí te envío el beso que te sueña, el que te espera, el que te aguarda, el que sin lugar a dudas alguna vez podré darte y la espera tendrá su recompensa.
Hoy no estaré en tu besamanos, pero como cada día sentiré tu abrazo, el calor de un manto acogedor y una lágrima en la sonrisa eterna de la niña de San Gil, que perfuma la calle San Luis, como arteria de vida con la ciudad que cada año te sueña y te espera, como algunos seguiremos esperando.
desde aquí, un beso en la distancia.



viernes, 19 de diciembre de 2014

Hoy besaré tu estampa


un beso en la distancia te mando, espero que te llegue,has descendido la escalera, desde tu camarín hasta el suelo, cuantos besos entregados,cuantos besos esperados , y yo, desde la distancia, vuelvo a besar tu estampa, esperando el día del gozo, sé que llegará, seguro que ni lejos ni tarde,pero hasta entonces, habrá que esperar, me conformaré con mirarte, cerraré los ojos y te sentiré cerca, apretaré los puños y oleré tu aroma de azucena y cera derretida, de rosa blanca y jazmín puro. dicen que a través del objetivo nos perdemos los grandes acontecimientos que celebramos, yo creo que no, creo que prolongamos el acontecimiento más allá del tiempo, para que después, en esos días de nostalgia y de recuerdo podamos seguir manteniendo vivos los recuerdos y además, podamos compartirlos. Recrearos en su perfil, preciosa estámpa de mi amigo Carmelo,como tantas otras del día de hoy, como tantos otros días de objetivo y tripode compartido, guardando sentimientos contenidos en el fondo de la memoria. De perfíl, de frente, de espaldas... siempre luce una aureola de Luz más allá de la unción sagrada que ilumina su cara, algunos, necesitan de medios audiovisuales para eso que hacen llamar "nueva evangelización", yo les propongo una cosa, que con la sencillez del corazón miren tu cara, que se recreen en tu mirada, que sientan el cielo y que desde Tí, contigo y por Tí, transmitan la fe verdadera, con la sencillez de una Madre que nos espera, para mirarnos en su espejo, para alimentarnos con su gracia, para besarnos de nuevo, para ser bálsamo en el enfermo y alegría en tu encuentro. Hoy en la distancia, besaré tu estampa, pero tu sabes,que aunque lejos, bien sabes, que te quiero.





jueves, 18 de diciembre de 2014

El día de la Esperanza.



Aún no ha amanecido y resuenan campanas a gloria, la noche se despereza entre rocío y azahar despidiendo un mes de mayo inusual en el calendario.
A pocos metros, bulla temprana de cámaras en mano , y en el aire resuena un himno, más nacional que nunca,
despacio, muy despacio se aprecian los ciriales y tras ellos, se ha detenido el tiempo, se ha parado el reloj,  la aurora de la mañana, se ha convertido en estrella.
Y ante mí, enmudecido, yo tan pequeño y ella tan grande, sin palabras y sin aliento, Ella, la Madre, la Esperanza, Macarena de mis sueños




Fue un instante para convertirse en plegaria, fue una lágrima de emoción contenida , fue un momento de cielo,  que se convirtió en peregrinación de un día cargado de emoción , pues si grande fuiste a la salida de la catedral, ante una Giralda que lloraba de pena por despedirte tras una semana intensa entre sus muros, que decir del paseo hasta el parque de María Luisa, más grande que nunca, coronando una Plaza de España, como si de las puertas del mismo cielo se tratara y tras él, los estudiantes, la Ronda, los negritos, María Inmaculada, Santa Lucía y San Julián.

Cada momento, tuvo su tiempo, cada instánte fue diferente, pero si cabe aún más intenso y enmudecido corté  la respiración para sentirte cerca, me habían hablado de ti, te había visto otras veces, pero esta vez, fuiste Tú la que saliste a mi encuentro y me pillaste con lo puesto.














Mecida de ángeles , los varales de tu palio, cual madre mece a su hijo arriaron a mi lado y te contemple radiante, con la alegría de reencontrarte con los fieles más allá de la semana grande, inmensa como la luna, vestida de sol, como la gracia de un firmamento que se hizo manto para arroparnos en una eterna madrugada, callejeando para no perder un momento, sobran las palabras, solo queda el recuerdo de un día grande en el calendario de mayo, compartido con quienes son capaces de vivir un sentimiento más allá de las preguntas, más allá del corazón. Y despacio, muy despacio he perdido tu palio entre la bulla de la noche al abrigo de san Gil, de regreso a tu barrio, de donde te fuiste hace una semana y hoy vuelves a casa cargada de gozo de haber repartido tanta esperanza, sí, no se puede medir, como las grandes campañas, pero cuanto, cuanto has repartido… y tuve la suerte de estar con los míos, de estar a tu lado y tuve la suerte, porque no decirlo, de llevarme una gran parte y hoy, día grande de diciembre, he abierto la cajita donde guardo su esencia, la de los buenos recuerdos, la de los días grandes.
Porque hoy es el día de la ESPERANZA y aunque esté lejos te siento cerca.

Pero como tú, ninguna.