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jueves, 15 de febrero de 2018
lunes, 6 de noviembre de 2017
y como si hubiera sido ayer... un año ya
El rostro de la Misericordia
Por si había dudas, por si alguna
vez, te preguntaste el porqué, por si alguna vez le miraste a la cara, le
pediste, te paraste ante él o le diste las gracias.
Nadie quedó indiferente, nadie
evitó su mirada, y todos fuimos tocados, interpelados, impresionados…
Cuantas dudas resueltas en un
solo instante, cuanto amor derramado en tanta lágrima viva, que vi rodar en los
rostros de la gente buena, de la gente cercana, de la gente sencilla, pero
llena de fe.
Cuanto amor derramado en tan poco
tiempo, en el fugaz instante de una brisa de aire fresco, como bocanada de un
tímido sol, que quedo cegado en tu presencia.
Hoy te he visto vivo, caminando
entre nosotros, más allá de los muros que te salvaguardan durante el año, hoy
has salido a nuestro encuentro y me has mirado a la cara. Sí, lo he sentido,
éramos muchos, pero he tenido mi parte, hemos hablado de tantas cosas en tan
solo un momento, hemos compartido tanto…
y me has pedido que mire a mi alrededor, que aunque a veces nos tachen
de locos, no estamos solos, que aunque a veces se desvencije la fe, no estamos
solos, que somos muchos los que vivimos por un sentimiento, que no es locura ni
pasión, que se llama devoción donde complementar nuestra fe.
Que te he mirado y me has mirado,
que me has dado fuerza y me has hecho sentir que es Dios quién se ha cruzado en
mi camino, que aunque a veces no se nos comprenda hoy es un día por y para el
recuerdo de sentir el orgullo de ser cofrade, de haber pellizcado el sentimiento de ser
cristiano y de sentirme acogido y arropado por la Iglesia, la cual vuelvo a
sentir viva, aunque para ello tengamos que desplazarnos desde otras ciudades,
donde aún está por descubrir la magnitud de tu presencia, el valor de las
cofradías y el potencial humano de tantos jóvenes que hemos llegado hasta aquí,
buscando la estela del Señor, bendecido y venerado en la grandiosa imagen de
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
No había rostro que representara
mejor la Misericordia de Dios y nos hemos cruzado con ella.
viernes, 1 de septiembre de 2017
viernes, 11 de noviembre de 2016
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Un verdadero tesoro para la Iglesia
Asenjo: «Las hermandades son un verdadero tesoro para la Iglesia diocesana»
Más de 3.500 personas acuden al pontifical del Jubileo de las Hermandades en la Catedral, presidido por el Señor del Gran Poder
sábado, 5 de noviembre de 2016
viernes, 4 de noviembre de 2016
Camino del cielo, camino de la gloria
Camino del cielo, camino de la gloria
Es amanecida y despierta tu barrio, el tañer de una campana,
me desperezó de las sábanas, la mañana está
fresca, una melodía del trinar de los vencejos me acompaña en un silencioso
caminar corto, ansioso de cruzar la plaza.
Esa plaza de gloria, antesala del cielo.
Esa plaza, bendita plaza de sueños que se forjaron en el
alma de los que a ti acudieron
Esa plaza, silente de amanecida, pero ruidosa de fe
Silente de plegarias, pero gozosa de Luz
Silente de batallas perdidas, pero de luchas ganadas
silente de promesas cumplidas, rebosante de vida
Silente de dudas, pero llena de esperanza.
Es amanecida, creo estar solo, pero no soy el primero
Es amanecida, se fue el frío y tímidamente despuntó el alba,
abriendo paso a un cielo azul, que vistió de gala la mañana
Esa plaza… bendita plaza de Dios, que me acerca a tus
plantas
Bendita plaza de fe, de Luz y de Esperanza
Camino despacio, disfruto del aire, del olor, del color de
un nuevo día.
Señor del Gran Poder, mi Dios de estampa, de cartera y
cabecera, mi Dios del alma
Hoy cruzaré tu plaza. Que es como cruzar el cielo, como
cruzar en balsa, frágil de dudas, miserias y ganas, pero buscaré tu cruz para
aferrarme a tu causa
Para predicar tu nombre, donde los cobardes callan, para
sentirme hijo, ante un padre que ama,
Para decirte aquí me tienes dispuesto, sin mochila, sin
nada.
Plaza de San Lorenzo, plaza de Dios
camino de gloria,
camino del cielo.
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