Costalero
rezuma tu dolor con el aliento
a través de tu costero
y suplicas con tus ruegos
que aminore el sufrimiento
de Jesús el Nazareno
Costalero
los galones son tus llagas
tu valor, baño de acero
la fe te impuso medallas
que libraste en la batalla
del valle de los lamentos
Costalero
llevas marcado en tu espalda
el pecado de los hombres
que le hirieron
y se clavan en tu frente
las espinas de la muerte
en penitente desconsuelo
Costalero
cargadas van tus espaldas
con culpas de vivos y muertos
que escondieron los pecados
en callejones desiertos
¡Ya te cantan con saetas!
¡Ya te animan con requiebros!
Tu alma que era pequeña
se hace inmensa cuando gritan
¡Que vivan los costaleros!
Costalero
mira sus manos
baños de sangre recorren sus dedos
¿No sientes latir al que llora por tí,
desde un trsite madero?
¡Sí, lo sientes morir y te mueres con Él!
cargas en silencio el paso
arrastrado de rodillas
entrando a las puertas del cielo
¡con tu promesa cumplida!
¡Grande eres! ¡Costalero!
¡Grande es tu alma y tu peso!
compuesto por María José Redondo Sánchez