De nuevo frente a frente, como si fuera la primera vez, con los nervios adolescentes de enamorado tras una noche en vela soñando tu cara, para entrar en la antesala del cielo donde preguntarte por padre, por los que marcharon contigo ...
Y de nuevo, aguantarte la mirada de esos ojos que mantienen viva la fe, que la Esperanza sigue más viva que nunca y decirte que tú lo sabes todo, que sabes que te quiero, que mi corazón es verde y por supuesto macareno,
Que en la larga espera se curte la paciencia para alcanzar la gloria, esa de mirarte a los ojos para limpiar mi mirada, para desarmarme por dentro y comenzar de nuevo, para cargar las pilas con un suspiro entrecortado, para dar gracias por estar aquí de nuevo, en este templo sagrado donde vive la Esperanza, donde habita la Madre de Dios, donde huele a Resucitado, donde las dudas se convierten en Luz y la fe en el verde
de un beso, que aún todavía ausente, me llevo en el corazón de unos labios que susurran, y solo pueden decir gracias por bajar hasta nosotros para que nunca perdamos la Esperanza.