Si amigos, una Navidad diferente, pues como Maria y José, la celebraremos en la intimidad, porque nunca podremos hablar de felicidad en este tiempo de pandemia, porque podremos maquillar los escaparates, pero la ciudad está triste, podremos iluminar las calles pero nos faltará el calor de los abrazos, la caricia de los abuelos, nos faltará el bullicio, los villancicos callejeros, el beso robado de las esperanzas , en un año que muchos querremos olvidar, pero nos postraremos ante el pesebre para contemplar la vida que vuelve a nacer, para darnos la oportunidad de volver a soñar y volver a creer, de volver a ilusionarnos con una Luz en el horizonte que nos haga caminar con responsabilidad y mantener viva la ilusión de no perder la Esperanza y pensar otras Navidades mucho más felices que están por llegar y estaremos esperándola para decorarla.
De momento por respeto no las vamos a celebrar como estábamos acostumbrados pero si con el corazón entregado, solidarizandonos con quienes se marcharon en este tiempo o quienes perdieron su trabajo, con los ojos puestos en Jesús, indefenso y pobre, y hacernos niños como El, en la noche fría de Belen para pedirle el entendimiento de un año que se nos escapó de las manos casi sin estrenarlo y pedirle que pronto podamos volver a nuestras vidas para poder desearnos una Navidad feliz y todo esto se convierta en un mal sueño.
Feliz Navidad amigos, desde el corazón. En breve estamos de vuelta
No te bajes ahora, tenemos que ser fuertes, el Niño que nace y su bendita Madre nos esperan, no te quedes en el camino, que en nada lo conseguimos, Se fuerte y adelante.!