y se alfombró el pasaje para cerrar los sueños, para despedir la semana que nos vino corta, para pasear por ella aquella que cierra con broche de oro nuestra Semana Santa, y sin darnos cuenta cayeron pétalos rojos como la sangre de Cristo muerto, ante la Soledad de María, como hojas de calendario que nos anuncia que acabó la semana de los sueños, la semana de la eternidad, la semana de la gloria. que sin darnos cuenta se ha esfumado sin decir adiós, con un tiempo inmejorable y un color azul de primavera efímera que guardaremos en el altillo de nuestro corazón para rememorar el sentimiento de todo lo vivido, ahora queda el recuerdo, las fotos y las palabras que desgranaré en un nuevo año de espera para revivir todo aquello que guardamos tras el objetivo
