Y te miro a los ojos y los veo brillar con el brillo de un
día nuevo, con pesar e incertidumbre, pero con vida y sentimiento.
Si flaqueo en mis fuerzas, te miro de nuevo, te toco y te
siento y si tengo desanimo, me miro en tu espejo. Sí, en ese que me ha visto
crecer , siempre contigo, a veces triste por mis derrotas y contento por mis
éxitos.
Hemos Y aquí a tu lado, seguiré contigo, aquí , con esas
lecciones que cada día me sigues dando, con esos silencios, cómplices de futuro
incierto.
compartido tanto, que aún nos queda eso que tan poquito nos
gusta, eso que quisiéramos pasar de largo, pero tenemos que vivirlo, no lo
hemos elegido, pero nos tocó de lleno.
Y un día, otro día y otro más, cuando la paciencia se agota,
cuando ves el sufrimiento de un cuerpo que arrastra la pena casi sin aliento,
sin elección ni premio.
Y curaré tus heridas, las llagas de tu cuerpo, y besaré tu
frente y te diré te quiero y caminaré contigo, aún en este cielo, que nadie
dijo que fuera fácil ni con tanto sufrimiento.
Pero me das vida, más fuerza de nuevo, en cada día, en cada
sueño, que aunque quisiera despertar, sé que es cierto y sé que te tengo.
Que cuando no encuentro sentido, tú me lo das de nuevo, con
tu voz callada con tanto esfuerzo, sin nada de ilusión, pero sin queja ni
miedo.
Y pasan los días, las horas, los tiempos y te veo mermar y
te veo sufrir, regalo del cielo y quisiera quejarme, pero sé que no puedo, que
yo no elegí tu sufrimiento, ni el mío ni el del resto, que si hay un cielo,
será azul para compartir los sueños.
Que cuando quiera fuerza, miraré tus ojos aceptando la vida,
aún cansado y triste, con tanto sentimiento
Hoy no quiero regalos, ni de padres ni de hijos, hoy solo
quiero que sepas que te quiero y que si llega el día de ser tu estampa, a mí
los míos me quieran como yo a ti te quiero
Que no existen campanas, ni melodías ni credos, para saber
que es muy grande estar a tu lado incomprensible en los días del dolor y la
duda y la fragilidad de un cuerpo que se hace pequeño, cada vez que te siento .
Y eres ejemplo de lucha, de aceptación y consuelo
Jamás oí de tus labios una queja y siempre con una sonrisa
aceptaste el dolor y dijiste palante, que con esto podemos y con lo que no
esperamos y nos llegue de nuevo
Hoy es un día de fiesta de calendario, pero nosotros sabemos
que cada día celebramos de nuevo ese día del reencuentro, de la luz y la vida
que se escapa, y de la eternidad del beso.
No tengo palabras para decirte, fuerza papá, cuanto te
quiero!
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