La imagen, titular del Resucitado; cofradía que gestiona la Agrupación de Cofradías de la capital de la Costa del Sol será trasladada tras finalizar los actos previstos por la entidad en el mes de septiembre, donde será expuesta en la iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad, como así asegura a Pasión en Sevilla la Agrupación malagueña
Reina de los Cielos del Resucitado de Málaga, obra de Luis Álvarez DuarteUna obra «única» de Álvarez Duarte
Recibiendo culto en la actualidad en el antiguo Hospital de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías de Málaga, la Reina de los Cielos fue realizada por Luis Álvarez Duarte en 1992 bajo la presidencia de Jesús Saborido Sánchez en la entidad malagueña, siendo bendecida el 7 de diciembre de 1994 por parte del obispo Antonio Dorado Soto en la parroquia de los Santos Mártires.
En líneas generales, la escultura responde a la tipología de imagen de vestir. La ejecución de esta obra se encuentra bajo los parámetros de la iconografía de la virgen niña, «un concepto de imagen mariana muy divulgado y explotado por el artista sevillano a lo largo de su vida y que, por otra parte, hunde sus raíces y conecta con la imaginería sevillana del último barroco y del romanticismo», como explica la propia Agrupación.
La cabeza presenta una configuración ovalada. El rostro se resuelve mediante una frente ancha y despejada; ojos almendrados; cejas pobladas y dibujadas de una forma continua; nariz fina y recta mientras que las fosas nasales presentan cierta anchura; boca entreabierta, de finos labios, «que nos permite ver la lengua y cuatro dientes de la mandíbula superior; y, por último, un hoyuelo en la barbilla, elemento más que habitual en la obra duartina». La parte superior de la mascarilla, espacio ocupado por el entrecejo formado por el encuentro de la nariz y las cejas, más allá de dotar de expresión a la imagen junto con la apertura de la boca, «rememora algunas de las creaciones más felices de la primera etapa de Álvarez Duarte», comenta la descripción de la imagen.
Las manos «responden a la tipología sevillana por excelencia, la dialogante». Las mismas se resuelven a través de unas formas carnosas. Los dedos aparecen flexionados, relativamente separados y en distintos planos. Muy interesante resulta la policromía aplicada a la totalidad de la imagen. Si bien, en líneas generales, presenta una textura nacarada con algunas veladuras rosáceas que exaltan la expresión, igual de cierto es que, como asegura el texto de la Agrupación de Cofradías: «Cuenta con unas carnaciones muy pálidas, un hecho un tanto insólito y muy poco común en la obra de Luis Álvarez Duarte quien, en honor a la verdad, gusta de aplicar policromías que generan una tez más oscura en sus efigies».
fuente: web pasión en Sevilla
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