Serena, sobria y radiante, se nos muestra enlutada, la dulce Niña del 2 de Mayo en este mes de noviembre, para la conmemoración de los fieles difuntos, donde su sublime ternura contrasta con el negro de un tiempo que nos acerca a la oración y respeto por aquellos que nos antecedieron en el camino a la casa del Padre.
Guadalupe, es ese tesoro que encierra la capilla del Rosario, tras el Arco del Postigo
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