La bella estampa de mayo, esa que con la discreta llegada de la primavera, nos reencuentra cada año ante la presencia de la realeza de una Madre, de sabernos esperados para acoger nuestras inquietudes, para saborear la amanecida de un día nuevo, de un domingo que despierta acariciando tu rostro para regalarnos tu presencia, de buscar Salud, de cuerpo y de alma, de encontrar paz, en las noches de hastío
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